Aunando información de
diferentes fuentes…
Subiría muy temprano en
la mañana al Monte Olivete con sus once apóstoles, que estarían quizás algo
desconcertados y silenciosos. Desde allí divisarían Jerusalén y, debajo de
ellos, Getsemaní. Jesús se prepararía ahora para decir su último adiós a los
apóstoles antes de despedirse de su estancia en la tierra. Mientras estaba allí
de pie delante de ellos, los apóstoles se arrodillarían en círculo alrededor de
él, como tantas veces, y el Maestro les diría:
…Os he pedido que
permanezcáis en Jerusalén hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.
Ahora estoy a punto de despedirme de vosotros; estoy a punto de ascender hacia
mi Padre, y pronto, muy pronto, enviaré al Espíritu de la Verdad a este mundo
donde he residido; cuando haya venido, empezaréis la nueva proclamación del
evangelio del reino, primero en Jerusalén y luego hasta los lugares más
alejados del mundo.
Amad a vuestro prójimo con
el amor con que yo os he amado, y servid a vuestros semejantes como yo os he
servido. Mediante los frutos espirituales de vuestra vida, impulsad a las almas
a creer en la verdad de que el hombre es hijo de Dios, y de que todos los
hombres son hermanos. Recordad todo lo que os he enseñado y la vida que he
vivido entre vosotros. Mi amor os cubrirá con su sombra, mi espíritu residirá con
vosotros y mi paz permanecerá en vosotros. Adiós. Y aconteció que, mientras los
bendecía, se separó de ellos y fue llevado arriba al cielo.
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