domingo, 26 de enero de 2014

LA VERDADERA NATURALEZA DE LA RELIGIÓN



[Comenzamos una serie de estudios que tratan de la verdadera naturaleza de la religión. Este texto es el preámbulo.]
La religión, como experiencia humana, se extiende desde el miedo instintivo que esclavizaba a los seres primitivos hasta la sublime y admirable libertad de la fe cuando como mortales llegamos a ser perfectamente conscientes de nuestra filiación con el Dios eterno.
La religión es la antecesora de una ética y una moral de orden superior que nacen del progreso de la sociedad. Pero la religión, como tal, no es simplemente una tendencia moral, aunque sus manifestaciones exteriores y sociales estén muy influidas por el impulso ético y moral de la sociedad humana. La religión siempre sirve de inspiración a la naturaleza evolutiva del hombre, pero no es la clave de dicha evolución.
La religión, la fe-convicción de la persona, siempre puede triunfar sobre la lógica superficial y contradictoria de la desesperación, una lógica nacida en la mente material del no creyente. Existe realmente una voz interior verdadera y auténtica, esa «luz verdadera que alumbra a todo hombre…” (Jn 1,9). Y esta guía espiritual es distinta de las motivaciones éticas que surgen de nuestra conciencia humana. La sensación de la seguridad religiosa es más que un sentimiento emotivo. La seguridad de la religión trasciende la razón de la mente e incluso la lógica de la filosofía. La religión es fe, confianza y seguridad.

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