lunes, 7 de diciembre de 2009

LO QUE NOS GUÍA

Creemos que la Tradición es la vida de la Iglesia. Es histórica y, al mismo tiempo, suprahistórica, porque, aunque vive en la historia, la sobrepasa por la misma vida en el Espíritu Santo que conlleva. Además, la Tradición no es inmóvil sino que se recrea con la vida de la comunidad y sus experiencias de Dios.

No nos acercamos a la Biblia de una manera literal o literalista, pero creemos que en ella existen elementos revelados indispensables para la salvación de todo hombre y mujer. La Biblia, como parte de la Tradición, tiene elementos históricos y suprahistóricos o revelados. Creemos que cualquier seria interpretación de la Biblia debe tener en cuenta la influencia del contexto cultural e histórico en el que se escribió.

Creemos que Jesucristo es el centro de las Escrituras, tanto del Nuevo como del Antiguo Testamento, y que ambos Testamentos han de interpretarse y evaluarse de acuerdo con sus enseñanzas y ministerio.

Para nosotros la humanidad no es inherentemente pecaminosa, aunque no negamos la instintiva y deliberada predisposición a hacer el mal. Por tanto, creemos que todo ser humano, sin exclusión alguna, puede aspirar a la theosis, a su deificación, tal como han predicado muchos Padres de la Iglesia. Dios, nuestro Padre, a través de Jesucristo y por medio del Espíritu Santo, habita en nosotros y nos exhorta a ser perfectos a su imagen y semejanza, a hacer su Voluntad: “porque en él vivimos, nos movemos y somos” (Hch 17,28). Creemos que Jesucristo se hace hombre para que nosotros podamos iniciar el eterno proceso de nuestra deificación, que conlleva nuestra verdadera filiación en plenitud con Dios.

Creemos que la regla del amor —amar a Dios y a nuestros semejantes— debe primar en cualquier interpretación y acercamiento a los elementos integrantes de la Tradición arriba definidos.

Creemos en los valores eternos de la Verdad (Juan 8,32), la Bondad y la Belleza de Dios (Zac. 9, 17), y su manifestación en Jesucristo, y los tenemos como meta: —“y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” (Juan 8; 31-32)// “Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad” (1 Jn 5,6)// “Porque ¡cuánta es su bondad y cuánta su hermosura!” (Zac. 9, 17)

No hay comentarios:

Publicar un comentario