jueves, 3 de diciembre de 2009

Vísperas


Sac: Bendito sea nuestro Dios, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Todos: Amén.

Lec: Venid, adoremos y postrémonos ante nuestro Rey y Dios.

Venid, adoremos y postrémonos ante Cristo, nuestro Rey y Dios.

Venid, adoremos y postrémonos ante Cristo; Él es nuestro Rey, Señor y Dios.

SALMO 104

Bendice, alma mía, al Señor. Señor Dios mío, mucho te has engrandecido; te has vestido de gloria y de magnificencia.

El que se cubre de luz como de vestidura, que extiende los cielos como una cortina, que establece sus aposentos entre las aguas, el que pone las nubes por su carroza, el que anda sobre las alas del viento; el que hace a los vientos sus mensajeros, y a las flamas de fuego sus ministros.

El fundó la tierra sobre sus cimientos; no será jamás removida. Con el abismo, como con vestido, la cubriste; sobre los montes estaban las aguas. A tu reprensión huyeron; al sonido de tu trueno se apresuraron; subieron los montes, descendieron los valles al lugar que tú les fundaste. Les pusiste término, el cual no traspasarán, ni volverán a cubrir la tierra. Tú eres el que envía las fuentes por los arroyos; van entre los montes; dan de beber a todas las bestias del campo; mitigan su sed los asnos monteses. A sus orillas habitan las aves de los cielos; cantan entre las ramas. Él riega los montes desde sus aposentos; del fruto de sus obras se sacia la tierra.

Él hace producir el heno para las bestias, y la hierba para el servicio del hombre, sacando el pan de la tierra, y el vino que alegra el corazón del hombre, el aceite que hace brillar el rostro, y el pan que sustenta la vida del hombre. Se llenan de savia los árboles del Señor, los cedros del Líbano que él plantó. Allí anidan las aves; en las hayas hace su casa la cigüeña.

Los montes altos para las cabras monteses; las peñas, madrigueras para los conejos. Hizo la luna para los tiempos; el sol conoce su ocaso. Pones las tinieblas, y es la noche; en ella corretean todas las bestias de la selva. Los leoncillos rugen tras la presa, y para buscar de Dios su comida. Sale el sol, se recogen, y se echan en sus cuevas. Sale el hombre a su labor, y a su labranza hasta la tarde.

¡Cuán innumerables son tus obras, oh Señor! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tus beneficios. He allí el grande y anchuroso mar, en donde se mueven seres innumerables, seres pequeños y grandes. Allí andan las naves; allí este leviatán que hiciste para que jugase en él. Todos ellos esperan en ti, para que les des su comida a su tiempo. Les das, recogen; abres tu mano, se sacian de bien. Escondes tu rostro, se turban; les quitas el hálito, dejan de ser, y vuelven al polvo. Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra. Sea la gloria del Señor para siempre; alégrese el Señor en sus obras. Él mira a la tierra, y ella tiembla; toca los montes, y humean. Al Señor cantaré en mi vida; a mi Dios cantaré salmos mientras viva. Dulce será mi meditación en él; yo me regocijaré en el Señor.

Sean consumidos de la tierra los pecadores, y los impíos dejen de ser. Bendice, alma mía, al Señor. Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Aleluya, Aleluya, Aleluya. Gloria a ti oh Dios. (3 veces)

Oh Dios nuestro y esperanza nuestra gloria a Tí.

LETANIA DE LA PAZ

Sac: En paz, roguemos al Señor.

Todos: Señor, ten piedad.

Se dice después cada suplica

Sac: Por la paz que viene de lo alto y la salvación de nuestras almas, roguemos al Señor.

Sac: Por la paz de todo el mundo, la estabilidad de las Santas Iglesias de Dios y la unión de todos, roguemos al Señor.

Sac: Por este Santo Templo y por los que entran en él con fe, devoción y temor de Dios, roguemos al Señor.

Sac: Por nuestro Padre y Arzobispo (u Obispo) (N) por los venerables Presbíteros y Diáconos en Cristo, por todo el Clero y por el Pueblo, roguemos al Señor.

Sac: Por las fieles autoridades que nos gobiernan y por todo el ejército cristiano, roguemos al Señor.

Sac: Por esta ciudad (pueblo, aldea o monasterio), por todas las ciudades y por todos los fieles que habitan en ellas, roguemos al Señor.

Sac: Por un clima saludable, por la abundancia de los frutos de la tierra y por tiempos pacíficos, roguemos al Señor.

Sac: Por los navegantes, viajeros, enfermos, afligidos, cautivos y por su salvación, roguemos al Señor.

Sac: Para que nos libre de toda aflicción, ira, peligro y necesidad, roguemos al Señor.

Sac: Ampáranos, sálvanos, ten misericordia de nosotros y protégenos, oh Dios, por tu gracia.

Sac: Conmemorando a nuestra santísima, purísima, bendita y gloriosa Señora, Madre de Dios y siempre Virgen María, y a todos los Santos, encomendémonos nosotros mismos y mutuamente los unos a los otros y toda nuestra vida a Cristo Dios.

Todos: A ti, Señor.

Sac: Porque a ti se debe toda gloria, honor y adoración, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Todos: Amén.

Todos: Luz radiante de la santa gloria del Padre inmortal y celestial, santo bendito Jesucristo. Habiendo llegado al ocaso del sol y habiendo visto la luz vespertina, alabamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, un solo Dios. Digno es en todo tiempo celebrarte con voces santas, oh Hijo de Dios dador de vida, por eso el mundo te glorifica.

Lec: Dígnate, Señor, preservarnos en esta tarde sin pecado. Bendito eres, Tú, oh Señor Dios de nuestros padres, alabado y glorificado sea tu nombre eternamente, Amén. Que tu misericordia Señor sea con nosotros de acuerdo a nuestra confianza en ti. Bendito eres Tú Señor, enséñame tus mandamientos. Bendito eres Tú Maestro, házme entender tus preceptos. Bendito eres Tú Santísimo, ilumíname con tus juicios. Señor tu misericordia sea para siempre, y de las obras de tus manos no te olvides. A ti pertenece la alabanza, a ti pertenece la adoración, a ti pertenece la gloria, oh Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Lec: Elevo mis ojos a ti, que moras en el cielo. Así como los ojos de los siervos miran hacia la mano de sus señores, y los ojos de la sirvienta hacia la mano de su ama, así nuestros ojos miran hacia el señor Dios nuestro hasta que se apiade de nosotros.

Lec: Apiádate de nosotros, Señor, ten misericordia de nosotros, porque estamos llenos de oprobio, nuestras almas se llenaron de vergüenza de los atrevidos, y de las ofensas de los altivos.

Lec: Ahora, Señor, despide a tu siervo en paz, según tu palabra. Porque mis ojos han visto tu salvación, la cual has preparado en presencia de todos los pueblos: Luz para iluminar a las naciones, y gloria de tu pueblo creyente.

Todos: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal ten piedad de nosotros. (3 veces). Santísima Trinidad, ten piedad de nosotros, Señor perdona nuestros pecados, oh Soberano absuelve nuestras transgresiones; oh Santísimo mira y sana nuestras dolencias, por tu Santo Nombre. Señor, ten piedad. (3veces)

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Sac: Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Todos: Amén

Se canta el TROPARIO:

He aquí que viene el Esposo a medianoche; bienaventurado el siervo que se encuentra velando. Cuídate alma mía de no caer en el profundo sueño de la muerte y quedarte fuera del Reino. Velad clamando: Santo, Santo, Santo eres tú Señor, por la intercesión de la Santísima Virgen, ten piedad de nosotros.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Oh alma mía, vigila con la lámpara encendida, llena de aceite, pues no sabes cuándo te llegará la voz diciendo: he aquí que viene el Esposo. Por eso cuídate alma mía de no estar dormida cuando Él llegue como las insensatas cinco vírgenes. Vigila para poder encontrar a Cristo con abundante aceite, y Él te concederá la divina gloria.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Sac: Cristo nuestro verdadero Dios, por la intercesión de su Purísima y Santísima Madre y de nuestros Santos Padres teóforos, de los santos y justos antepasados de Cristo Dios, Joaquín y Ana; de San..... Patrono de este Templo; de San.... cuya memoria celebramos hoy, y de todos los Santos, tenga misericordia y nos salve, porque es bueno y ama a la humanidad.

Sac: Por las oraciones de nuestros santos Padres, oh Señor Jesucristo, Dios nuestro, ten piedad de nosotros y sálvanos.

Amén.

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